Artículos y crítica
Cádiz


Bernardo Palomo


Sevilla
Me siento afortunada por haber contado con la generosidad de Carmen Laffón.
Las puertas del paraíso» es el título de la exposición de esta pintora gaditana que el día 17 inaugurará en la sacristía de la bodega Argüeso de Sanlúcar de Barrameda.

Con una marcada vocación hacia lo figurativo Lola Montero (1968) ha articulado su mundo como pintora a través de una plástica de gran efecto y resolución, proyectada en temas urbanos y rincones de ciudades un tanto postindustriales y deshabitadas. Donde es fácil encontrar ensoñaciones solitarias y extrañamientos de carácter misterioso y evocador. Recordemos a este respecto, el rastro que la presencia psicológica que la pintura metafísica puede haber dejado a todo lo largo del siglo XX. En este sentido la artista es heredera de algunos tipos de realismo tanto de entreguerra como existenciales de después de la Segunda Guerra, que solieron disponer y encontrar en la realidad un cierto suspense e inquietud, insertados en los contextos de la pintura de ese momento, proyectados tanto en ciertos personajes como en escenarios enigmáticos.

Carlos de la Rica
El Mar, esa palabra extensa e insondable con que se ha nombrado su propia naturaleza ha poseído a la vez siempre la consideración de una especie de patria universal. Una palabra que en todo caso ha mantenido aquella evocación de la primera imagen infantil, la de aquel día primero en que, sorprendentemente, tomamos consciencia de su existencia como ser: azul, magmático, inmensurable y plano, con que voluptuosamente se mostraba entonces ante nosotros.

Diario de Cádiz
A Lola Montero la pintura de paisaje nunca le ha quedado lejos. Es más, podemos asegurar que se trata de una muy buena pintora de paisajes urbanos, a los que dota de una especial intensidad formal y representativa, con un dominio de la pincelada y del color para estructurar una escena muy bien distribuida y adecuadamente desarrollada en su máxima posición expresiva.

El Mar, esa palabra extensa e insondable con que se ha nombrado su propia naturaleza ha poseído a la vez siempre la consideración de una especie de patria universal. Una palabra que en todo caso ha mantenido aquella evocación de la primera imagen infantil, la de aquel día primero en que, sorprendentemente, tomamos consciencia de su existencia como ser: azul, magmático, inmensurable y plano, con que voluptuosamente se mostraba entonces ante nosotros.

Cartagena, 2006
Encontrar palabras que definan, o que expliquen. Palabras que fundan el aire y el mar con la distancia. En los cuadros la pincelada lo sabe hacer rápido, todo se hace sencillo entre la mirada y la mano. La pintura busca lo esencial y perpetúa el aura del espacio en la lejanía o en la proximidad como en el eco infinito.
